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Muher diseña una de las sedes logísticas más bellas de Europa

El último trabajo para uso corporativo de Estudio Muher es realmente extraordinario. Elaborado para Primafrío, el gran distruidor logístico de transporte por carretera, la nueva sede de esta compañía recibe todo el lenguaje propio de Muher para resultar en un espacio a la vez funcional como visual.

Luz, color blanco, cristal… pronto tomamos conciencia de estar en un entorno realmente singular, auspiciados por una naturaleza que cobra protagonismo en el agua, la vegetación circundante… y que transmiten al conjunto de la edificación una sensanción en armonía con el espacio que la rodea.

La sede, como es lógico, debe responder a las necesidades operativas de Primafrío compañía de transporte de carga en la Región de Murcia con más de cincuenta años de presencia en el sector. El proyecto, debido a su cliente, adquiere para Muher unas dimensiones realmente singulares. Se está trabajando en el diseño de una sede que en realidad será mucho más que un acúmulo de oficinas, para albergar a toda una plataforma logística de grandes dimensiones con todo lo que ello implica: parkings, muelles de carga, servicios para el trabajador…

 

No en vano, en el Grupo Primafrio disponen de una flota compuesta por más de 2.000 vehículos cuyos requerimientos han sido perfectamente atendidos en el proyecto de Muher. No por estética se ha renunciado a funcionalidad alguna, así como la operatividad del conjunto no resta un ápice de belleza al conjunto. Equilibrio, es la clave.

 

EL INTERIOR: ESPACIOS DIÁFANOS, MINIMALISMO Y LUZ

Podemos decir que los centros logísticos requieren de grandes equipos humanos capaces de gestionar grandes volúmenes de mercancías en movimiento. Por eso desde Muher han planteado unas grandes salas donde la luz, la sensación de espacio abierto, el predominio del cristal y el potente color blanco estructural armonizan perfectamente con el exterior, creando una sensación de no estar encerrado y manteniendo el diálogo coherente con toda la propuesta. Aquí también, permanece constante esa luz tan potente propia del discurso personal de los Muher.

Un recorrido por el exterior de la sede, sea de día o de noche, deja claro que no estamos ante una creación pret a porter, sino ante un ejercicio de estilo propio de un estudio en el que cada proyecto resulta un desafío creativo especial con un resultado único.

El juego de iluminaciones artificiales, dota de una estampa espectacular al conjunto durante la noche (importante en una sede logística donde la actividad no cesa en las 24 horas del día y la noche) 

Llama la atención el tratamiento de la vegetación, los lagos artificiales que rodean la sede… En la cálida región murciana, Muher consigue fusionar un espacio de trabajo, serio, formal… con un entorno exterior luminoso, en conexión con la naturaleza, colorista, lleno de vida…

UN ESPACIO AL SERVICIO DE UNA ACTIVIDAD

Una sede logística es un ecosistema de trabajo frenético. Miles de camiones mueven cientos de toneladas al día por estas instalaciones. Sin embargo, tal vez uno de los propósitos logrados más interesantes de esta propuesta haya sido el de saber dar una apariencia tan estética al conjunto, a pesar de existir por demanda de la propia actividad a la que va destinada la sede, entornos tan a priori duros a la vista como los propios de la logística (muelles de carga, talleres, parkings, lavaderos…) En la sede de Primafrío todo está integrado, pero nada desentona. Nada traiciona el lenguaje visual, el discurso creativo que Muher ha planteado. 

Sin duda, se trata de un trabajo singular, del equipo liderado por Manuel Herrera y Francisca Muñoz, en el que no es nada difícil vislumbrar su paleta de estilo. Y como tantas veces se ha dicho, ese es el mayor logro a que puede aspirar un profesional del diseño, a ser reconocido a través de sus obras, como si fueran una prolongación de su personal estilo. Muher a fe que lo consigue al imprimir a todos sus trabajos (sean artísticos o arquitectónicos, creativos…) un sello propio, ese algo especial que hace ver inmediatamente que estás frente a uno de sus trabajos.

Fotografías por Juan de la Cruz Megías