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Edificio Cuzco IV expone los básicos de la neuroarquitectura

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La neuroarquitectura es la ciencia que estudia la relación entre los espacios y el cerebro, y cómo estos afectan a nuestro estado de ánimo. En el diseño de una oficina es crucial tener en cuenta el confort, la creatividad y la retención del talento de los profesionales, según un estudioEdificio Cuzco IV, referente en el alquiler de oficinas inteligentes en Madrid, ha tenido muy en cuenta los principios de la neuroarquitectura a la hora de diseñar sus espacios. En pleno Paseo de la Castellana, el inmueble es el enclave idóneo para empresas que quieren mejorar el nivel de productividad y el rendimiento de los trabajadores a través de la luminosidad, el control inteligente de la temperatura en invierno y verano, y los espacios destinados al ejercicio físico, el networking y la formación de los profesionales. El icónico edificio, en pleno distrito financiero de la capital, expone de esta forma los imprescindibles para conseguir aumentar la productividad mediante la neuroarquitectura:

1. Cuida la iluminación. Está comprobado que la luz puede estimular la atención y concentración o favorecer la relajación, entre otros aspectos. Las oficinas que posibilitan vistas al exterior y están iluminadas de forma adecuada con luz natural inciden positivamente en el bienestar físico y emocional de los trabajadores. En un estudio en el que participaron más de 41.000 profesionales, aquellos que trabajan con mayor iluminación obtuvieron, respecto a los que trabajan en condiciones lumínicas más pobres, unos resultados un 20 % por encima en productividad, y un 26 % por encima en niveles de bienestar y satisfacción. Edificio Cuzco IV alberga 23 plantas diáfanas y luminosas, compuestas por oficinas desde 250 metros y fachadas de cristal insonorizado y con todas las orientaciones. Todas las salas de reuniones cuentan con luz natural y se han decorado para ser espacios agradables de gran confort. Estas características hacen mucho más fácil trabajar dentro del edificio.

2. Temperatura, ventilación y sonido. El cerebro es muy sensible a la temperatura y ello puede repercutir tanto a nivel cognitivo como emocional. El rango de temperatura que podría favorecer el aprendizaje estaría entre los 20 ºC y los 23 ºC, aproximadamente, y la humedad relativa debería rondar el 50 %. Además, en lo referente a la ventilación, para las personas que pasan muchas horas diarias en espacios interiores la mejora de la calidad del aire interior puede reducir ostensiblemente los efectos del estrés. En cuanto a las cuestiones sonoras, el ruido puede afectar en la concentración y la atención de los trabajadores. Por ello, todos los cristales de Edificio Cuzco IV están insonorizados. Además, para favorecer los espacios de esparcimiento e interactuación entre los trabajadores, la primera planta del edificio alberga una gran cafetería con sofás para networking y un auditorio dónde celebrar reuniones y talleres.

3. Decoración y mobiliario. Los distintos espacios dentro de un edificio facilitan tanto el trabajo individual como el cooperativo, e incluso una colaboración interdisciplinar entre los trabajadores de diferentes empresas con áreas de interés comunes. Difícilmente la tradicional distribución de mesas y ordenadores con amplias columnas van a promover el trabajo en equipo, por ello, Edificio Cuzco IV dispone de áreas diáfanas que promueven la relación entre los trabajadores.