Tipos de pintura para interior

Vamos a hablar de los tipos de pintura para uso en interior de tu vivienda, local, establecimiento etc. Y es que si te has decidido a pintar cualquiera de tus espacios cotidianos, ya te habrás dado cuenta de que tienes que enfrentar no pocas decisiones como:

¿O creías que todas las pinturas son lo mismo? Déjanos sacarte de ese error y mostrarte un poco de la enorme gama de referencias que existen en el mercado.

Tipos de pintura: acertar con tu elección

En el mundo de las pinturas, también hay marcas que han logrado su reconocimiento a base de llevar años dando calidad a los clientes. Igual que cuando vas a comprar unas zapatillas anticipas que Nike y Adidas tendrán muy buenos modelos —aunque en ese momento no los has visto—, también en el mundo de las pinturas, siempre que acudas a un buen proveedor oficial, te vas a encontrar con primeras marcas.

En el mercado hay muchísmas referencias, que van desde marcas consolidadas como por ejemplo Pinturas Valentine hasta mejunjes de lo más variopinto y de procedencias poco fiables o contrastables.

Y como en cualquier otro sector ocurre, apostar por la calidad te trae satisfacción.

No todo es color: elegir reflectividad

Anotadas esas consideraciones que me parecen tan necesarias, vamos a ver ahora los tipos de pintura que podemos encontrar en función de diversas categorías:

Como te decía, tenemos que elegir en primer lugar el color. Puedes ir a fabricantes que te ofrecen una gama muy limitada de variaciones (con lo que dependerás del ojo del pintor para obtener el color que tú quieras mezclando a ojo un poco más de esto y un poco menos de aquello) o puedes ir a por marcas que tengan mayores referencias. A tenor de esto, te quiero contar que Valentine tiene un exclusivo sistema tintométrico con el que puedes obtener un color totalmente a medida. Esto por ejemplo para sedes corporativas es inmejorable, porque puedes obtener en tus paredes exactamente el mismo Pantone® que tiene tu logo, tu web… una delicia. En tu hogar, simplemente tienes posibilidades ilimitadas.

Pero no todo está en elegir el color. No podemos decir ¡verde!, y salir corriendo a la tienda. Tenemos que dar un paso más y pensar en el acabado.

En función de la reflectividad —de la luz que rebotan, es decir si son más o menos luminiscentes— tenemos cinco tipos de pintura:

1. Mate
2. Cáscara de Huevo
3. Satinado
4. Brillo
5. Alto Brillo

La pintura mate, es la más fácil de aplicar. Las pinturas tipo mate requieren menos capas para cubrir imperfecciones como agujeros de clavos pero son las menos duraderas, por lo que te recomendamos ponerlas en sitios con poco tránsito. No son las mejores amigas de los niños.

Las pinturas cáscara de huevo, son más brillantes que las mate pero no tanto como para ser consideradas brillantes. Tienen el tibio brillo de una cáscara de huevo, de ahí su nombre. Son muy populares porque ofrecen propiedades intermedias: siguen siendo buenas para cubrir imperfecciones, pero no son tan efímeras como el mate, sin llegar a ser tan duraderas como las de brillo.

Las satinadas son las más populares, porque son fáciles de mantener. Sin embargo, los trazos se marcan más, así que te será muy recomendable aplicarlas siempre contratando un profesional.

Las pinturas de brillo son extremadamente duraderas y resistentes al moho, por lo que es mejor usarlas en habitaciones que sufren mucho desgaste o humedad, como baños, cocinas, cuartos de niños…

Las pinturas de alto brillo son las más duraderas y lavables, por lo que pueden soportar el fregado diario, ahora bien, se suelen utilizar en puertas, contraventanas… porque son extremadamente difíciles de aplicar a menos que seas un profesional.