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Dormitorios juveniles: El arte de hacer más con menos

Hoy hablamos de dormitorios juveniles. NO es un tema menor. Existe cierta dificultad a la hora de amueblar una habitación infantil/juvenil. Pocos retos nos desafían tanto como plantear el diseño de nuestros dormitorios infantiles: ¿le gustará? ¿Será demasiado caduco por ser tan infantil o será demasiado maduro para un crío tan pequeñito?

Dormitorios juveniles e infantiles: pocos metros para ocupantes que crecen

Los dormitorios juveniles e infantiles vive en la paradoja de que normalmente no son los más dotados de la casa pero sin embargo sus ocupantes:

  • Crecen en tamaño y necesidades de espacio
  • Maduran y van encontrándole nuevos usos
  • Pasan mucho tiempo del día en su habitación, estudiando, jugando la videoconsola, conectados a Internet…

Es un panorama completamente diferente al de las suites principales, que maridan mejor con el nombre dormitorio que con el de habitación. Los mayores de la casa suelen hacer vida en el salón principal o la cocina, y apenas utilizan el dormitorio para descansar por la noche.

He aquí la paradoja: las habitaciones más utilizadas muchas veces son las que cuentan con menos metros cuadrados disponibles.

Aprovechar muy bien el espacio

El apartado anterior nos da una pista fiable del porqué detrás del auge de los muebles compactos. Se necesitan soluciones de amueblamiento que en el mismo formato sean capaces de brindarnos la mayor capacidad de almacenamiento ocupando el menor espacio posible. En esta categoría podemos citar ingenios como camas nido, camas individuales, dormitorios juveniles con cama compacta, literas, armarios, estanterías, escritorios, sillas de escritorio…

Una habitación que madura con el niño

Decorar para un momento de la vida muy presente conduce a error en el caso del dormitorio infantil. El diseño de un dormitorio infantil simula al momento de comprar zapatos para tu hijo o hija. Si se lo compras ajustado al número de pie que gastar ese día en un par de meses o un trimestre volverás a la misma tienda a por otros zapatos.

Diseña una habitación que crezca con el niño. Si lo haces bien, deberías poder crear un espacio que evolucionará a medida que crezca, ¡desde el primer grado de primaria hasta la escuela secundaria! Puedes gravitar hacia el uso de tonos neutros al decorar las paredes, lo que se busca es evitar quedar perpetuamente encerrado dentro de los años de bebé o niño pequeño. No se me ocurre ofensa más grande para un adolescente.

Pero como tampoco buscamos una estética propia de una celda monástica, podemos pronunciar acentos como una almohada, o una manta, tal vez una silla o una alfombra de colores vivos.

Llama la atención y es un recordatorio de que la vida con niños cerca es más colorida, pero son elementos que en un futuro resultan más reemplazables que un esquema de muebles demasiado pueril o una paleta de colores más propia de un jardín de infancia.

Tenemos que tener presente que los niños y los adolescentes dan a las habitaciones muchos usos diferentes al mero acto de dormir. Por eso la mejor opción siempre es utilizar muebles capaces de funcionar para más de una tarea, como por ejemplo una cama con un almacenaje debajo. Esto va a liberar mucho espacio en el dormitorio que podrán utilizar para jugar, hacer deberes, pasar la tarde con sus amigos… Crecer.