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Optimismo en el sector inmobiliario español

La recuperación es una realidad gracias a la mejora en el empleo, los reducidos costes de financiación y el protagonismo que adquiere la vivienda como inversión.

España avanza en su camino hacia la recuperación tras un periodo marcado por la crisis. El crecimiento también se produce en el sector inmobiliario. Durante los primeros meses del 2017, se ha mantenido la misma línea de evolución ascendente del pasado año, cuando las transacciones inmobiliarias registraron en torno a los 14.000 millones de € en 2016, según las estadísticas del Ministerio de Fomento. Así pues, las perspectivas económicas son buenas y hacen que España se convierta en uno de los mercados más prometedores para invertir.

Como indica BIP, empresa especializada en la localización, desarrollo y ejecución de proyectos de inversión, son muchos los factores a analizar antes de realizar una inversión inmobiliaria: la ubicación, el estado del inmueble, su capacidad de revalorización a medio y largo plazo, etc. No obstante, saber que estamos en un periodo idóneo en términos económicos es un buen motivo para llevar a cabo estas operaciones. Para ello, es fundamental entender los factores que impulsan este dinamismo.

Destino para inversiones inmobiliarias

El primero de ellos es el movimiento de las transacciones inmobiliarias. Los datos del Instituto Nacional de Estadística señalan que durante el primer semestre de 2016, éstas se redujeron un 30% a nivel global en Europa. Sin embargo, en España, la tendencia fue distinta pues se incrementaron un 1,4%. Desde entonces, la evolución se ha mantenido, superando el nivel de la inversión anterior a la crisis. Además, en 2016, se registraron 207.600 operaciones de compraventa, un 16.4% de crecimiento en relación al año anterior.

Las cifras indican que el crecimiento del mercado inmobiliario es real. Desde BIP, constatan que la demanda por propiedades es cada vez más alta y el mercado de compraventa resulta atractivo y rentable. Tanto es así que el interés de los inversores extranjeros hacia el mercado local ha creado un déficit de productos en las principales ciudades. Aumenta, pues, la demanda de compra pero también de propiedades lo que convierte a España en un destino clave para las inversiones inmobiliarias. No obstante, este déficit de productos no supone en ningún caso un obstáculo porque el sector de la construcción también está viviendo paralelamente un periodo de expansión en el que los proyectos están asegurados.

Por otra parte, el precio de la vivienda ha subido gradualmente desde la recesión que el país experimentó a finales de 2006. Según el Banco de España, el rendimiento medio bruto anual alcanzaría ya en el 9,5%.  Es, por lo tanto, una buena opción a considerar en la que la amenaza de riesgo es mucho menor. En este sentido, una de las estrategias que propone BIP es apostar por las zonas centrales y de gran flujo turístico. Destacan los casos de ciudades como Madrid o Barcelona, muy interesantes para el comprador tanto internacional como nacional. Además, el perfil del inversor es cada vez más profesional lo que añade valor a las operaciones, como han podido comprobar desde BIP.

Y lo más importante, España tiene unas características inigualables respecto a otros países. La calidad de vida es una realidad por la que muchos extranjeros están dispuestos a invertir. Además de una ubicación estratégica, dispone de una infraestructura que impulsa el comercio entre España y otros países.

Por todos estos motivos, son muchos los que quieren invertir en la que es la 14ª economía del mundo, según el Fondo Monetario Internacional. En cada operación que se realiza, España demuestra ser uno de los mejores destinos para las inversiones inmobiliarias.

Sobre BIP

BIP Investment Properties, es una compañía que centra su actividad en la compra y gestión integral de inmuebles con el objetivo de obtener la mejor rentabilidad posible para sus socios inversores. Este nuevo concepto de inversión privada de gestión de activos inmobiliarios está dirigido a inversores a partir de 50.000 euros a los que se les ofrece rentabilidades medias superiores al 20% anual.

BIP cuenta con cuatro áreas especializadas: Legal, Comercial, Técnica (Arquitectura y Urbanismo) y Financiera. Su estrategia se orienta en buscar proyectos interesantes en Europa y tras un análisis pormenorizado de las posibilidades de cada activo, lleva a cabo una gestión integral para garantizar grandes rentabilidades.

Este nuevo canal de inversión se consigue gracias a la amplia experiencia y conocimiento del sector por parte de sus fundadores así como a la gestión integral especializada que garantiza a sus inversores altas rentabilidades con total transparencia de todo el proceso. El inversor participa y controla el seguimiento de la inversión hasta el final, si lo desea.