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David Chipperfield finaliza el Museo West Bund Shanghai

David Chipperfield  pone fin a su proyecto del Museo West Bund en Shanghai, en qel que lleva inmerso desde 2013 y cuyo principal valor artístico será el de ser el punto de referncia chino para el Centro Pompidou. Este museo de arte fue diseñado por David Chipperfield Architects como una pieza clave, guinda del pastel del plan maestro para el West Bund de Shanghai. El propósito era transformar un antiguo espacio o polígono industrial junto al río Huangpu en un distrito cultural de 940 hectáreas de superficie. Sin duda, un ambicioso proyecto de envergadura nivel china al que mirar con atención.

Se compone de tres volúmenes para dar vida a un proyecto que nació «como parte de una colaboración cultural entre Francia y China«. Dicha colaboración tendrá como colofón la existencia de piezas de la colección del popular museo francés, exhibidos en la galería china durante los próximos cinco años.

El Museo West Bund, que se abre al público este mes, está envuelto por un bulevar público con escalones a un lado que caen en cascada hacia el río. Este bulevar está diseñado para proporcionar un mejor acceso tanto al río como a un nuevo parque junto al río para garantizar que el museo se convierta en un espacio público accesible para que cualquiera lo use.

El detalle del proyecto

«El diseño del Museo West Bund responde a la apertura del sitio, así como al desarrollo circundante de un nuevo corredor cultural a lo largo de West Bund», explicó Chipperfield. «El acto deliberado de torcer las tres salas de exhibición principales rompe la geometría convencional y crea poderosos espacios públicos intersticiales. Una amplia explanada se abre hacia el paseo marítimo, ofreciendo un espacio al aire libre para el uso de todos».

Revelado por primera vez en 2013, el diseño de David Chipperfield Architects consta de tres volúmenes principales que miden cada uno 17 metros de altura y contienen dos pisos por encima y por debajo del suelo. Cada volumen está revestido con vidrio translúcido y reciclado que proporciona al museo una estética «iridiscente». Esto se interrumpe solo cuando los grandes ventanales perforan la fachada para enmarcar las vistas de la ciudad.

Los tres volúmenes se despliegan desde un lobby de dos pisos con un atrio de doble altura en el centro del museo, que está diseñado para que cada uno opere de manera independiente. Este vestíbulo funciona como el hall de entrada del museo y contiene una librería y una cafetería. Se accede desde el lado oeste y este del sitio y está marcado con techos que se proyectan más allá del edificio y se asientan en columnas cónicas gigantes.

«La planta baja está diseñada como una vía pública, con una cafetería y una librería junto al río, que permite a los visitantes conectarse entre la vida urbana de la calle y las vistas del río Huangpu», explicó Libin Chen, socio de David Chipperfield Architects.

«Todas las instalaciones públicas contribuyen a la idea de que los museos modernos son más que un destino para ver arte».

En el interior, las galerías de arte del museo ocupan los niveles superiores del edificio, mientras que las plantas inferiores del museo contienen una sala de usos múltiples, un estudio de arte y espacios educativos. Estos están parcialmente hundidos e iluminados por ventanas de triforio.

El Museo West Bund se completa con una cafetería que se alinea con la orilla del río para maximizar las vistas del río, y está coronada por una terraza en la azotea que se encuentra en línea con la entrada superior. El Centre Pompidou Shanghai es el segundo puesto avanzado que el edificio cultural de uso mixto en París abrió fuera de Francia, tras el lanzamiento de Pompidou Málaga en 2015.