Medidas innovadoras para la protección pasiva contra incendios
Hablemos de la protección pasiva contra incendios. Este verano está siendo un periodo de particular dificultad en lo que a incendios se refiere. Cierto es que se dan de forma mayoritaria en el ámbito forestal, pero cuya propagación avanza con afectación directa a viviendas en tantos municipios de nuestro país. Por desgracia, es una circunstancia que compartimos además con los vecinos de Francia y Portugal, también azotados por este drama, que alcanza el apelativo de lacra cuando son intencionados. Las altas temperaturas hacen más vulnerables a edificios, instalaciones públicas, etc. donde los incendios pueden aparecer con más facilidad al abrigo de las olas de calor.
Los incendios se cobran vidas humanas y daños patrimoniales. Razón de más para aplicar medidas de protección pasiva para reducir sus efectos lo máximo posible. Veamos en qué consiste.
Protección pasiva contra incendios
Lo primero es aproximarse al término. En todo momento nos estaríamos refiriendo a una panoplia de soluciones técnicas para la protección pasiva contra incendios. Cualquier edificación tiene que estar protegida contra los incendios de manera activa (medidas para evitar que se produzca el incendio), como protección pasiva (medidas para minimizar daños una vez que el incendio se ha declarado). Estas medidas no son discrecionales, sino que están recogidas en un articulado como el Documento Básico de Seguridad contra Incendios del Código técnico de la Edificación (CTE-DB-SI) o el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Edificios Industriales (RSCIEI) para su caso concreto.
Especialistas consultados, como Igesur, nos explican de primera mano que la seguridad contra incendios de un edificio está siempre relacionada con los elementos y estrategias que ponen trabas al libre discurrir de las llamas: «consiste en todos aquellos materiales, sistemas y técnicas, diseñados para prevenir la aparición de un incendio, impedir o retrasar su propagación, y facilitar por último su extinción»
En este ámbito ponemos atención a la resistencia al fuego RF. Se trata de una propiedad que nos dice cuánto tiempo podrá desempeñar un elemento de la edificación su función normal bajo el influjo de un incendio declarado. Es decir, cuánto tiempo será capaz de permanecer inalterado bajo el efecto del fuego, dicho en trazo grueso para comprensión de todos.
Área Experta
La protección pasiva contra incendios es un área específica. Esto quiere decir que los estudios de arquitectura, oficinas técnicas, propietarios de inmuebles de todo tipo, etc. han de acudir al asesoramiento de especialistas en el ámbito para concluir en una óptima protección de sus edificios e instalaciones. Estos especialistas serán quienes en fase de proyecto, rehabilitación o acometidas específicas, acompañen el pliego de las medidas y especificaciones pertinentes para alcanzar un buen desempeño con respecto a resistencia mecánica e integridad estructural; integridad o capacidad de encapsular un incendio evitando su propagación a zonas no incendiadas y aislamiento, es decir, la capacidad para evitar que suba la temperatura en la cara no expuesta al fuego de un muro, pared, separación, etc.
Conclusiones
Lo que venimos a decir es que un incendio tiene la entidad suficiente como para actuar de manera decidida en todos aquellos protocolos que puedan evitar su capacidad destructora y su potencial amenaza para los ocupantes de los edificios o instalaciones.
En segundo lugar, sabemos que existen materiales, protocolos y técnicas que permiten obstaculizar la propagación de un incendio, así como reducir al máximo el tiempo empleado para sofocarlo. Conocerlas y aplicarlas en nuestras instalaciones resulta vital así como de obligado cumplimiento.
Y por último, hemos hablado de que existe un sector profesionalizado, perfecto conocedor de la metodología, familiarizado con los últimos avances en materiales y técnicas.
